Me sorprendió el que de momento todo fuera tan fácil habiendo sido tan complicado...
Necesitaba una proposición indecente, bueno, no una cualquiera, sino una que viniera de ÉL, y ya es mía. Todo valió la pena.
Necesitaba una proposición indecente, bueno, no una cualquiera, sino una que viniera de ÉL, y ya es mía. Todo valió la pena.
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