Era un nudo de esos que no sé hacer (ni deshacer).
De fondo se podían escuchar las voces de una famosa serie de televisión, y el sueño se apoderaba de mi y yo que no podía.
La sentí a ella, dándome un cálido abrazo y diciéndome: tranquila, confia en mi. saldrá bien. Y fue ahi donde quedé dormida.
Confia, siempre estaré.
ResponderEliminar