Ahora lo que te toca es buscarme susurrando mi nombre por cada uno de los rincones, que tarde o temprano acabaré apareciendo. Que la vida no es lo mismo, el lunar de mi cintura va contigo a cualquier parte. Y que me encanta los mordiscos que derraman sangre que causa adicción.
Y es que hay mucha gente así, gente que te envenena la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario