Un poco de mi.

Mi prosa, concisa, quizás confusa pero precisa, sin prisa, con duende, con musa; preciosa.

13.5.13

Si no sabes correr, reza.

Me grité una y otra vez que debí habértelo contado. Pero los dos sabíamos que no iba a hacerlo.
Y entonces yo no estaría esperando con el vestido rojo a que vengas a quitármelo. 
Ni tu estarías tan al norte. Ni yo tan al sur.

Contigo siempre era demasiado tarde.
O demasiado pronto.


(No era tan fácil admitir que me hacías falta.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario