Es muy difícil cuando aquí ya nunca pasa nada. Y es que cuando sucedía, me rompía en pedacitos tan pequeños que ni yo misma era capaz de reordenar. Acababa completamente desordenada, con una idea aquí y otra allá, con el pelo alborotado y llorando por cada esquina.
Pero ahora nunca pasa nada. Ni para bien ni para mal.
Tu ya no estás aquí pidiendome un ratito más. Y yo ya simplemente no estoy, por mucho que lo intente.
Porque supongo que a veces hay que seguir adelante, volver a peinarse y aprender a coserse una misma las heridas. Aunque duela. Prometer que no vamos a mirar hacia atrás, y que vamos a dejar pasar el tiempo y dejar que duela.
O que nos mate.
O que nos mate.
O qué se yo.
Amor <3: "Y que vamos a dejar pasar el tiempo y dejar que duela. O que nos mate".
ResponderEliminarHay veces en que la opción se convierte en obligación, y sí, hay que fijar los ojos bien al frente, y seguir, como si no pasara nada, como si nunca hubiera pasado nada. Es eso, o seguir muriendo. Qué perra es la vida que nos pone contra la vida o la muerte.
Besitos.
Prometer no volver a mirar hacia atrás es difícil, pero con un poquito de fuerza de voluntad puedes incluso olvidarte de todo lo malo, y seguir. Hasta que llega un momento que estás tan entera que no te reconoces.
ResponderEliminarHola, bonita entrada,
ResponderEliminarsi quieres escuchar buena musica y no tener que estar buscando, esta toda aqui >
www.ohnightlong.blogspot.com.es